Los 10 mandamientos
Definición:- Los Diez mandamientos, también conocidos como el Decálogo, son un conjunto de principios éticos y de adoración, que
juegan un papel importante en el Judaísmo y el Cristianismo.
Incluyen instrucciones como adorar sólo a Dios y guardar el día de reposo; como
también prohibiciones en contra de la idolatría, asesinato, robo, deshonestidad
y adulterio. Diferentes grupos religiosos siguen diferentes tradiciones en
cuanto a la manera de interpretarlos y enumerarlos.
Los Diez mandamientos aparecen dos veces en la Biblia hebrea, en los libros de Éxodo y Deuteronomio. De acuerdo a la
historia narrada en el libro de Éxodo, Dios escribió estos mandatos en dos
tablas de piedra, las cuales dio a Moisés en el Monte Sinaí. Según el relato,
cuando bajaba del monte, vio al pueblo que estaba adorando un becerro de oro y enfurecido las
rompió. Posteriormente, pidió a Dios que perdonase al pueblo y sellase con él
un «convenio» (pacto o alianza). Entonces, el Señor ordenó a Moisés que tomara
dos lajas de piedra, y en ellas quedaron escritos los Diez Mandamientos del
pacto, reconviniéndole que «no deben tolerar la desobediencia».
Mandamientos:
No cometerás adulterios
1 No tendrás dioses ajenos delante de mi No adoraras imágenes
No tomaras el nombre de Dios en vano
4 Acuérdate del día de reposo para santificarlo
5 Honra a tu padre y a tu madre
No mataras
7 No robaras
9 No mentira No codiciaras nada de tu prójimo
No cometerás adulterios
Dios se propuso que la
relación sexual entre un esposo y una esposa sea un vínculo exclusivo e íntimo
para fortalecer la relación matrimonial.
El relato de la creación muestra el maravilloso propósito de
Dios para hombres y mujeres y para el vínculo matrimonial. “Y dijo el Eterno
Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.…
“Entonces el Eterno Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y
mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que el Eterno Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre.
“Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne
de mi carne; ésta será llamad Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne” (Génesis 2:18, 21-24).
Por lo tanto la prohibición del sexo extramarital—adulterio—fue
diseñada para proteger la santidad del matrimonio y mostrar la importancia de
la fidelidad.